Sara Latorre, Katharine N. Farrell y Joan Martínez Alier
El mapa muestra la localización geográfica de nuestro inventario de 64 conflictos socio-ambientales en el Ecuador para el periodo 1982-2013. Los conflictos aparecen identificados por el tipo de actividad económica y el tipo de commodity a la que están asociados. Se resaltan las tres principales regiones geográficas del país – Costa, Sierra y Amazonía – cada una de ellas con una ecología e historia socio-política específica.
El mapa de la izquierda registra los conflictos durante el periodo neoliberal ecuatoriano, mientras que el de la derecha muestra aquellos correspondientes al periodo postneoliberal. De esta forma podemos visualizar muy fácilmente qué tipo de actividad económica y commodities tiene asociadas cada una de las regiones ecuatorianas, así como su desarrollo en el tiempo. Por ejemplo, vemos cómo la región amazónica se ha constituido principalmente como la frontera extractiva para las actividades minerales (petróleo y minería), mientras que la región Costa, se ha especializado en la producción de productos agro-forestales. Estas tendencias anteceden al periodo estudiado (1980-2013) y se mantienen actualmente. Sin embargo, la región Sierra presenta una mayor diversificación de actividades económicas causantes de conflictividad socio-ambiental, tendencia que se mantiene en el tiempo.
Contexto
Ecuador es uno de los pocos países del Sur global y rico en recursos naturales que durante la actual fase global del capitalismo ha hecho una transición desde un modelo de desarrollo neo-liberal a uno post-neoliberal. Desde el año 2007, Ecuador viene implementado un nuevo régimen de política pública encaminado a restablecer el rol del estado en la distribución de riqueza y en la redefinición de la relación entre estado y capital. Asimismo, este país andino es un referente en relación a las luchas de clase vinculadas a la extracción y explotación de los recursos naturales, por lo que resulta un caso de estudio muy interesante para analizar la dinámica de la conflictividad socio-ambiental.
Metodología
Se realizó un inventario de conflictos ocurridos durante el periodo 1980-2013, el cual corresponde con la actual fase global del capitalismo. Esta fase capitalista se caracteriza, siguiendo a David Harvey, por un incremento en los procesos de «Acumulación por Desposesión». Se consideran tanto los procesos de despojo por apropiación de recursos naturales para servir de insumos en el modo de producción capitalista así como por degradación, proceso que igualmente facilita el proceso de acumulación del capital. Los 64 casos, nos permiten incluir las principales commodities así como realizar un análisis sistemático identificando patrones comunes y diferencias entre ellos. La recolección de los casos se ha basado en una combinación de fuentes secundarias (académicas y literatura gris) y fuentes primarias procedentes de diversos trabajos de campo de la primera autora durante el periodo 2004-2013.
Tendencias clave
Durante los últimos 30 años, Ecuador se ha mantenido como exportador de commodities para la economía mundial, aunque diversificando el tipo de exportaciones. En este periodo, se ha convertido no sólo en exportador de materias primas tradicionales (banano, petróleo) y no tradicionales (camarón, flores), sino también de exportaciones «virtuales» como secuestro de carbono y otros servicios ambientales. Asimismo, muchos de estos procesos de acumulación nacional y transnacional del capital se han dado a través de la externalización de los costos sociales y ambientales, principal mecanismo de integración económica «competitiva» para muchos países ricos en recursos naturales del Sur global.
A nivel local, esta forma de integración económica exhibe un patrón bien definido de impactos: privatización y contaminación de los comunes, conllevando en algunas regiones el deterioro del ambiente habitado, desplazamientos y una reducción en el acceso y so de los recursos naturales por parte de la población local.
Los principales grupos afectados por estos procesos de «acumulación por desposesión», y resistiendo a ellos, son los sectores pobres en ingresos, principalmente rurales y discriminados por cuestiones étnico-raciales. Sectores sociales que dependen de forma directa de los recursos naturales para satisfacer sus necesidades básicas. Las ONGs, también juegan un rol clave en el acompañamiento de estas luchas.
Se identifican tres demandas principales que varían en función del tipo de actividad, pero no en el tiempo: a) en relación a proyectos de grandes infraestructuras, expansión de las fronteras mineras y de recursos forestales se ha mantenido una oposición firme acompañada de la exigencia de su derecho a la toma de decisiones sobre intervenciones que les afecten; b) cuando las fronteras de commodities se han agotado y degradado, la principal demanda ha sido la restauración ambiental de éstas; c) en el sector agro-alimentario la principal exigencia ha sido mejores estándares ecológicos y sociales y priorización de las funciones sociales del ambiente sobre los intereses privados del capital. Estas demandas se han enmarcado en un lenguaje de derechos humanos.
En relación a los resultados de los conflictos, a grandes rasgos, ha habido un leve progreso en las condiciones laborales en el periodo post-neoliberal sobre todo en el sector agro-alimentario, pero en los sectores extractivos no se ven grandes avances. La diferencia es que en el periodo post-neoliberal el Estado ecuatoriano ha empezado a jugar un rol más directo en el proceso de acumulación y en la desarticulación de la protesta. A través de una combinación de inversiones sociales (financiadas por las exportaciones de las materias primas) y políticas de carácter coercitivo, éste ha podido fortalecer el estado central, a la vez que aislado a los «defensores ambientales» del resto de la sociedad ecuatoriana, sacrificando de este modo la legitimidad democrática en los lugares de extracción.
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