Dhritiman Bhuyan*
Traducido por Monserrat Candia Rocha
Resumen
En el verano de 2016, enormes incendios envolvieron los bosques del estado de Uttarakhand, en el norte de la India. Las narrativas del conflicto culpan a las políticas forestales contemporáneas y coloniales. Desde la perspectiva de la ecología política ─que revela cómo la naturaleza se construye social, política e históricamente─, este artículo interroga las narrativas coloniales y contemporáneas sobre los incendios forestales de Uttarakhand. Argumento que hay narrativas contemporáneas articuladas por diferentes actores a través de múltiples escalas, así como una tendencia de las narrativas coloniales y contemporáneas a atribuir la culpa de los incendios a factores antropogénicos. Propongo ir más allá de las narraciones centradas en la atribución de la culpa de los incendios para mitigar futuros conflictos y enmarcar políticas capaces de crear ecosistemas forestales resilientes.
Palabras clave: incendios forestales, pino chir, silvicultura colonial, ecología política, India
Introducción
En el verano de 2016 se produjeron incendios masivos en los bosques dominados por el pino chir (Pinus roxburghii) en el estado de Uttarakhand, en el norte de la India. El desastre fue ampliamente cubierto y analizado en los principales medios de comunicación. Las narrativas en conflicto surgieron con respecto a las causas de estos incendios incontrolables: negligencia y letargo del Departamento Forestal; actuación criminal de la mafia de la madera y la tierra; políticas forestales coloniales, e incluso leyes de conservación de bosques poscoloniales (Sharma, 2015; Smetacek, 2016a). Por su parte, la existencia de bosques de pinos chir, altamente inflamables ─yesca a punto de estallar en llamas bajo condiciones climáticas secas─, se atribuyó a las políticas de plantaciones coloniales y poscoloniales (Aggarwal y Mehta, 2016; Ravindran, 2016).
De acuerdo con los principios de la ecología política, que ha demostrado que la naturaleza es una construcción social, política e histórica, este estudio interroga las narrativas coloniales y contemporáneas sobre los incendios forestales de Uttarakhand. Con base en el análisis de contenido cualitativo de informes de medios y documentos legales, así como entrevistas en profundidad a pobladores locales, funcionarios del Departamento Forestal y miembros de la sociedad civil, rastreo las continuidades y desviaciones entre las narraciones de incendios coloniales y contemporáneas, articuladas por diferentes actores en diversas escalas.
Narrativas coloniales de incendios forestales
No ha existido a lo largo de la historia una narración de fuego singular y universal. Algunas culturas han promovido el fuego en sus paisajes, mientras que otras lo han suprimido (Pyne, 1997; Kull, 2002). Especialmente en Asia y África, la elección entre extinguir y promover incendios fue un punto de disputa y conflicto entre las poblaciones indígenas que utilizaban el fuego para la agricultura migratoria y los departamentos forestales coloniales que, empapados de las ideas de la ciencia forestal europea, buscaban un rendimiento “sostenible” de especies comercialmente viables (Pyne, 1994; Sivaramakrishnan, 1996; Guha, 2000; Rajan, 2008).
En la India, el Departamento Forestal colonial consideró a la teca, la sal y el deodar como las especies madereras más valiosas y como barreras contra el fuego, por lo que a partir de 1860 se usaron para crear parches de bosque con el fin de suprimir activamente los incendios y proteger las plantaciones (Pyne, 1994). Sin embargo, como muestran las discusiones en The Indian Forester (Foster, 1888; Lushington, 1904; Dutt, 1907; Walker, 1910), los silvicultores coloniales empezaron a cuestionar la extinción de los incendios, pues aseguraban que las especies se adaptaban a los ciclos estacionales de humedad y a los regímenes locales de incendios, que debían promoverse periódicamente en lugar de suprimirse.
En la década de 1900, sin embargo, una nueva especie se convirtió en la fuente de madera preferida: el pino chir (Pinus roxburghii), que crece en abundancia a altitudes de entre setecientos cincuenta y dos mil metros en el Himalaya, y es apreciado por su robusta madera y su resina. En 1912, los bosques de pinos chir en Uttarakhand fueron completamente controlados por el Departamento Forestal colonial (Joshi, 1968). La población local había utilizado tradicionalmente el fuego para despejar la vegetación para el cultivo y promover la regeneración de pastos para el ganado (Champion, 1923). Entre 1911 y 1916 estos bosques se declararon protegidos y se criminalizaron esas prácticas. Guha (2000) señala que los habitantes incendiaron los bosques protegidos en señal de protesta. La ecología del pino chir, que cubría el suelo del bosque con agujas de pino secas e inflamables durante el verano, imposibilitaba identificar a los perpetradores, además de dificultar la extinción de los incendios. Por lo tanto, en 1931, el Departamento Forestal abandonó la siembra de pino chir para reducir las pérdidas financieras ocasionadas por los constantes incendios (Guha, 2000). El incendiarismo político se considera la causa predominante de los incendios forestales durante el período colonial.
Uttarakhand se quema en silencio. Pero ¿para quién?
Las narraciones sobre los incendios forestales de Uttarakhand de 2016 en los principales medios de comunicación fueron articuladas por una amplia gama de actores: ecologistas, científicos no estatales, activistas sociales, periodistas y académicos, así como por funcionarios del Departamento Forestal. Al mismo tiempo, los incendios captaron la atención de los medios nacionales por su circulación en redes sociales como Facebook y Twitter. Páginas de Facebook como Uttarakhand Burning Silently y grupos como Manmade Forest Fires! Stop Burning Uttarakhand’s Forests fueron fundamentales para resaltar el tema en los medios principales (Smetacek, 2016b).
Imagen 1. Incendios forestales de Uttarakhand en 2016. Autor: Anup Sah.
Según estas publicaciones, los incendios fueron causados por la “mafia de la madera y la tierra” en alianza con funcionarios corruptos del Departamento Forestal. Se alegó que esta “mafia” había pagado a habitantes locales, por ejemplo, a los niños, para encender el fuego. Las imágenes de montañas boscosas envueltas en llamas se compartieron y comentaron ampliamente. Esta narrativa no se cuestionó. Un periodista afirmó que los ambientalistas de sillón residentes en Delhi exageraban el papel de la mafia de la madera local, que tenía poca base en la realidad (Dutt, 2016). Otro declaró que los incendios eran un resultado combinado de los limitados recursos del Departamento Forestal, el cambio climático y la ecología del pino chir (Banerjee, 2016).
Además de estos argumentos, los incendios también provocaron el cuestionamiento del preeminente movimiento Chipko (“Abrazo de Árboles”) que se había extendido por las colinas de Uttarakhand en los años setenta. Popularmente concebido como un movimiento de base crítico en el que las comunidades locales abrazaban a los árboles para evitar la tala, dio lugar a la Ley de Conservación Forestal de 1981 (FCA), que prohibió la tala por encima de una altitud de mil metros.
El historiador de Uttarakhand Shekhar Pathak[1] argumenta que la FCA alteró la composición de los bosques de Uttarakhand al permitir la propagación del pino chir. Vinod Pande,[2] editor del diario local Nainital Samachaar, equiparó la ideología de los activistas de Chipko con los funcionarios del Departamento Forestal, pues responsabilizó a ambos de la degradación de los bosques de Uttarakhand. Criticó su percepción errónea de los bosques como “árboles justos”, pues consideró que desviaba la atención de otros temas importantes, como las sequías, que, según él, aguardaban a los bosques de Uttarakhand.
Al Departamento Forestal se lo percibió como incapaz de mitigar los incendios. Según Anil Joshi, fundador de la ONG Himalayan Environmental Studies and Environmental Organization (HESCO), el departamento estaba mal preparado para manejar los incendios, agravados por un clima seco fuera de su control (Narayanan, 2016). Sin embargo, Vinod Pande[3] se mostró más comprensivo con la difícil situación del Departamento Forestal y señaló la enorme escasez de mano de obra en los niveles más bajos de su burocracia. El departamento también se enfrentó a un intenso escrutinio y a críticas en los principales canales de noticias. Cuando los incendios forestales se volvieron “virales” en las redes sociales, tanto el Gobierno nacional como el estatal responsabilizaron al Departamento Forestal por la situación. El Poder Judicial también tomó medidas: el Tribunal Superior de Uttarakhand aprobó una sentencia que responsabilizaba a los más altos funcionarios de la burocracia forestal si los incendios se prolongaban durante más de veinticuatro horas, y cada día que pasaba aumentaban las sanciones (Sharma y Singh, 2016). Cuando traté de entrevistar a algunos funcionarios, se mostraron bastante reacios a hablar.
Sin embargo, los funcionarios forestales de nivel inferior estaban más dispuestos a conversar sobre las medidas preventivas que habían emprendido. Alegaron que la quema controlada se practicaba en diciembre para despejar la acumulación de agujas de pino, extremadamente inflamables, del suelo del bosque. Pero los habitantes locales consideraron que esto era inútil, ya que en la estación seca incluso una pequeña chispa desencadena incendios en franjas enteras de bosque. Culparon a los turistas descuidados que acudían en masa al estado montañoso durante las vacaciones de verano, cuando los bosques estaban más secos. Un cigarrillo encendido sin cuidado desde la ventanilla de un automóvil puede tener efectos devastadores. Estuvieron de acuerdo con Vinod Pande en que el departamento carecía de personal suficiente y, por lo tanto, a menudo no podían llegar a los incendios que ardían en las laderas empinadas. La falta de fondos también les impedía emplear vigilantes del fuego entre la población local.[4]
Es evidente que los bosques de Uttarakhand no ardieron en silencio. De hecho, los incendios forestales permitieron que muchos actores hablaran: los usuarios de las redes sociales expresaron nostalgia por las vacaciones de verano; los funcionarios del Departamento Forestal hablaron sobre las limitaciones de recursos y los turistas descuidados, y los expertos aportaron complejidad histórica y ecológica a la conversación. En medio de estos debates furiosos, sin embargo, las narrativas de los lugareños estaban completamente ausentes. Para conocerlas, viajé a una aldea en el distrito de Nainital, en Uttarakhand, a principios de 2017, donde los incendios se habían desatado el año anterior.
Los habitantes locales, se ocupan principalmente en la agricultura, pero utilizan la especie de roble Quercus Leutrichophora, que se encuentra en los bosques de propiedad comunitaria, para forraje y combustible. También aprovechan las agujas de pino chir para hacer sus camas y el estiércol de los animales que hallan en los bosques protegidos. Algunos locales trabajaban empleados en una finca forestal privada cercana, dominada por robles y rododendros.
Según afirmaron, el fuego sería propio de los bosques de chir, y la mayoría de los incendios se habían debido a igniciones accidentales de la alfombra de agujas de pino resinosas.[5] La mayoría de los locales veían una relación coevolutiva entre el pino chir y el fuego, en la que cada uno perpetuaría la propagación del otro. Sin embargo, algunos de los habitantes que trabajaban en el bosque privado dijeron que los incendios ya no se limitaban a los bosques de chir y que se habían extendido a los de robles y rododendros. Muchos locales habían ayudado a apagar los incendios del año anterior a cambio de madera quemada. Por otro lado, los dueños de las haciendas culparon a la mafia de la construcción de pagarles a los niños locales para encender fuegos con el fin de reclamar tierras.[6] Todo esto señala que, incluso a escala local, las descripciones de los incendios forestales fueron variadas y controvertidas.
Conclusión
Este estudio muestra que existen narrativas contemporáneas en conflicto en torno a los incendios forestales de Uttarakhand, articuladas por diferentes actores en múltiples escalas. Sin embargo, también señala continuidades importantes entre las narrativas coloniales y contemporáneas, sobre todo la percepción de los incendios forestales como predominantemente antropogénicos. Este punto de vista conduce a la atribución de la culpa del fuego a la población local. Mientras que en el período colonial se culpó de incendiarismo político a los habitantes locales, las narrativas contemporáneas responsabilizan a los locales, así como a las mafias maderera y de la construcción. Esta visión puede tener efectos perjudiciales tanto para los bosques como para las personas. En lugar de desarrollar la resiliencia de los ecosistemas forestales, las políticas forestales exclusivas podrían perseguir y criminalizar innecesariamente a los usuarios de los bosques. De hecho, el Tribunal Superior de Uttarakhand ordenó que una comunidad de pastores que vivía en los bosques fuera desalojada de ellos por el plazo de un año tras los incendios forestales (Sharma y Singh, 2016).
Por lo tanto, los incendios forestales deben verse a través de la lente de una nueva ecología política que tenga en cuenta el dinamismo ecológico (Scoones, 1999). Debe tenerse en cuenta el papel desempeñado por el propio pino chir y los regímenes de fuego a los que puede haberse adaptado y que, a su vez, puede perpetuar. De lo contrario, las narraciones sobre incendios forestales siempre intentarán atribuir culpa, sobre todo a los lugareños, lo que provocará más conflictos.
Bibliografía
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Banerjee, A., 2016. “Forest fires for dummies”, Livemint (mayo).
Champion, H. G., 1923. The interaction between Pinus longifolia (chir) and its habitat in the Kumaon hills”. The Indian Forester, vol. 49 (8), pp. 405-415.
Dutt, B., 2016. “How the media got the Uttarakhand fire story wrong”. Livemint (mayo).
Dutt, S. L., 1907. “Fire protection and natural regeneration”. The Indian Forester, vol. 33 (10), pp. 456-460.
Foster, G. H., 1888. “Recording results of protection of forests from fire”. The Indian Forester, vol. 14 (8), pp. 355-357.
Guha, R., 2000. The unquiet woods: ecological change and peasant resistance in the Himalaya. Londres, University of California Press.
Joshi, D. P., 1968. Working Plan Nainital Forest Division 1968-1977. Nainital, Working Plans Circle.
Kull, C. A., 2002. “Madagascar aflame: landscape burning as peasant protest, resistance, or a resource management tool?”. Political Geography, vol. 21 (7), pp. 927-953.
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Narayanan, N., 2016. “Drought sparks off one of the worst forest fires Uttarakhand has seen”. Scroll.in. Disponible en: http://scroll.in/article/807392/drought-sparks-off-one-of-the-worst-forest-fires-uttarakhand-has-seen%0A.
Pyne, S. J., 1994. “Nataraja: India’s Cycle of Fire”. Environmental History Review, vol. 18 (3), pp. 1-20.
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Rajan, S. R., 2008. Modernizing nature: forestry and imperial eco-development, 1800–1950. Nueva Delhi, Orient Longman.
Ravindran, S., 2016. “A disastrous banner year for climate change”. Livemint (diciembre). Disponible en: http://www.livemint.com/Leisure/nsCntlkWCAzgTBVRgmWt7N/Adisastrous-banner-year-for-climate-change.html.
Scoones, I., 1999. “New ecology and the social sciences: what prospects for a fruitful engagement?”. Annual Review of Anthropology, vol. 28, pp. 479-507.
Sharma, S., 2015. “To prevent forest fires, Uttarakhand seeks to chop lakhs of chir pine trees”. The Times of India (agosto).
Sharma, R., y A. Singh, 2016. Writ petition (PIL) n.º 54 of 2016 in the matter of the protection of forest environment, ecology, wild life, etc. from the forest fire. Nainital, Uttarakhand High Court.
Sivaramakrishnan, K., 1996. “The politics of fire and forest regeneration in colonial Bengal”. Environment and History, vol. 2, pp. 145-194.
Smetacek, E., 2016. “Uttarakhand forest fire: how I used social media to protect India’s Himalayan foothills from burning down”, The International Press Foundation (mayo). Disponible en: http://theipf.com/2016/05/10/uttarakhand-forest-fire-social-media-india/.
Smetacek, P., 2016. “The Uttarakhand forests weren’t always burning. This is how we started the fires”. Scroll.in (mayo).
Walker, H. S., 1910. “Fire conservation in Indian forests”. The Indian Forester, vol. 36 (6-7), pp. 356-360. Disponible en: http://www.indianforester.co.in/index.php/indianforester/article/view/17343.
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*Ashoka University, India. E-mail: dhritiman.bhuyan@ashoka.edu.in.
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[1]. Entrevista personal.
[2]. Entrevista personal.
[3]. Entrevista personal.
[4]. Entrevista personal.
[5]. Entrevista personal.
[6]. Entrevista personal.
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