Aida Luz López, Sofía Ávila, Catalina Toro
DOI: doi.org/10.53368/EP60MACEd01
Barcelona y Bogotá, diciembre de 2020
A lo largo de la historia, Mesoamérica y el Caribe han compartido un devenir común en la apropiación colonial de sus territorios y culturas. También lo han hecho en sus luchas y en los procesos de construcción de alternativas que reivindican la riqueza de sus identidades, movimientos y contribuciones al pensamiento crítico de América Latina.
Cabe aclarar que el término «Mesoamérica» no casa estrictamente con la división política actual de los Estados nacionales que componen la región. De acuerdo con la definición formulada por Paul Kirchhoff en la década de 1940,[1] se trata más bien de un territorio geohistórico y cultural que comienza en las fronteras naturales de los ríos Pánuco y Sinaloa y alcanza el centro y sur de México, Belice, Guatemala, El Salvador, así como el oeste de Honduras, Nicaragua y una porción del norte de Costa Rica. No obstante, como se verá a lo largo de este volumen, existen dinámicas de la historia colonial y los procesos actuales de acumulación de capitales que trascienden esta definición e impactan tanto el norte de México como el extremo sur de Centroamérica, hasta el norte de Colombia. Estas dinámicas han sido documentadas y denunciadas durante dos décadas por los análisis críticos del Plan Puebla-Panamá, hoy devenido en Proyecto Mesoamérica, que constituye una iniciativa geopolítica alentada por los Estados Unidos y las agencias multilaterales a través de los Gobiernos de la región para avanzar en la ampliación de las fronteras de la extracción. Los cambios sufridos en la naturaleza, las actividades productivas y los modos de vida de las poblaciones locales han puesto en riesgo sus territorios, conocimientos e identidades culturales; han acentuado el expolio y la violencia, así como el éxodo migratorio.
Por su parte, el Caribe insular aparece históricamente como un espacio fragmentado en el que fueron instaurados distintos modelos de dominación. Este territorio con población afroamericana importada como esclavos se constituyó en pieza esencial del capitalismo, con la exportación de azúcar y melazas de las islas. Allí tuvo su auge el sistema de plantaciones, como también en el sur de Estados Unidos, para proveer de materias primas baratas a las metrópolis europeas.
Los procesos de vinculación a la economía mundial y de extracción continúan. Ahora bien, las nuevas configuraciones y presiones geopolíticas que sufren actualmente estas regiones de América Latina se confrontan con una diversidad de movimientos sociales e intelectuales de resistencia que adquieren relevancia en la conformación de múltiples ecologías decoloniales. Sin duda, el movimiento zapatista, 27 años después de su levantamiento, y los esfuerzos autonómicos que se articulan en torno al Consejo Nacional Indígena (CNI) en México tienen un protagonismo central en las luchas de la región. A estos se suman las defensas ecoterritoriales de múltiples pueblos indígenas y movimientos afrocaribeños. El Atlas de Justicia Ambiental[2] registra 328 conflictos socioambientales de diversos tipos en la zona (ver Imagen 1).
En lenguas diversas se entretejen diálogos colectivos de resistencia para garantizar la reproducción material y simbólica de la vida, para la defensa del agua, los bosques, los ríos, las selvas. En estos diálogos también se reinventan las identidades y se construyen nuevas formas de relación entre los seres humanos y no humanos. Para sostener de manera inmediata la vida colectiva, los feminismos indígenas y negros desafían la herencia, moderna, colonial y patriarcal del capitalismo y al mismo tiempo abren y expanden la comprensión de la lucha por los derechos al terr-i-torio, al mar-i-torio y la defensa de sus autonomías.
El número 60 de la revista Ecología Política se inserta en un momento clave, en el que el proyecto de la modernidad occidental, fundamentalmente anclado y posible por el proyecto colonial, racial y patriarcal, es cuestionado en todas sus aristas, incluso allí donde se han proclamado experiencias de gobierno progresistas, «post-neoliberales» o con sellos discursivos por la «transición» hacia un desarrollismo «verde». Entre la vasta producción de artículos, la selección procuró un equilibrio entre espacios geográficos, tipos de conflictos y de actores, que dio como resultado una muestra importante de luchas y experiencias impulsadas por mujeres, pueblos indígenas, comunidades afro.
El número reúne 22 trabajos de diversas autoras y autores que abordan las temáticas desde la perspectiva conceptual de la ecología política, el ecofeminismo o la historia ambiental. En la sección de Opinión, Jacqueline Couti analiza una obra de Raphael Tardön desde la perspectiva ecofeminista para estudiar cómo se representan las formas retorcidas que feminizan y racializan el espacio, como mecanismo de opresión de los cuerpos femeninos en las plantaciones y la producción de ron, al tiempo que se aborda la discusión sobre el concepto de Plantacionoceno.
La sección de Profundidad contiene cuatro artículos relevantes que muestran la recurrencia de la conflictividad socioambiental en la región, así como algunas de las iniciativas que emergen desde los pueblos y comunidades locales para hacer frente a la crisis civilizatoria. Delmy Tania Cruz analiza los itinerarios, recorridos y estrategias que mujeres de la Meseta Tojolabal de Chiapas despliegan para enunciar la experiencia del «territorio encarnado», un conjunto de procesos políticos de toma de conciencia y agencia colectiva que devienen en estrategias de insurgencia para re-espacializar la vida familiar y comunitaria, re-ordenando así sus territorios para vivir bien. Sol Pérez presenta una recapitulación de la historia corporativa del Grupo México y sus íntimas alianzas con el Estado mexicano, que lo han convertido en una trasnacional de la minería del cobre y uno de los principales consorcios mineros del país, responsable de una cantidad ingente de delitos ambientales. David Eduardo Barreto y sus coautores nos ofrecen una interesante recopilación de experiencias de comunidades y activistas locales de Barbuda, Belice, Colombia, Jamaica y Puerto Rico en un contexto de inseguridad alimentaria y degradación ecológica. Frente a la crisis climática y la pandemia de la Covid-19 emergen saberes y prácticas de producción alimentaria que constituyen alternativas al desarrollo y expresiones claras del ecologismo popular. El cuarto artículo de la sección, a cargo de Joan Martínez Alier, es una recopilación y análisis de conflictos socioambientales de Centroamérica y las islas del Caribe contenidos en el Atlas de Justicia Ambiental que nos muestra cómo el impulso extractivista en la región adquiere múltiples formas y dimensiones, como emprendimientos mineros, plantaciones agroindustriales, empresas de generación de energía, contaminación por extracción y procesamiento de hidrocarburos, construcción de represas, e incluso proyectos de «conservación» de la diversidad biológica; todos ellos causan graves impactos en los ecosistemas y en las formas de vida de las poblaciones locales, pero también respuestas de resistencia que se inscriben en el movimiento global de justicia ambiental.
En la sección Breves, se han incluido nueve artículos de casos que alimentan la investigación empírica ecopolítica de la conflictividad socioambiental en la región. Alejandra Aguilera analiza las resistencias a proyectos de energía de mujeres mesoamericanas nepantleras, curanderas indígenas que median entre identidades y fronteras raciales logrando crear puentes y nuevas formas de soberanía y autogestión energética para sus comunidades. Iñaki Ceberio y Clara Olmedo nos invitan a descubrir la dimensión decolonial y ecocrítica en la obra del gran poeta y teólogo nicaragüense Ernesto Cardenal, casi un año después de su partida. Domingo Castañeda ofrece un análisis del emblemático proceso de resistencia del pueblo Ikoot frente a los intereses multinacionales de la industria eólica en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Jesús Janacua comparte un interesantísimo análisis de la agricultura agroindustrial, comúnmente publicitada como paradigma de «desarrollo» y «progreso», como generadora de graves consecuencias ambientales, como la contaminación, la deforestación y el uso intensivo de agua en Michoacán, México. Fermín Ledesma nos acerca a una revisión de la acción política del Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Vida y la Tierra (ZODEVITE) que se despliega bajo la encíclica «Laudato si’» (Laudato seas, mi Señor), del Papa Francisco, en el norte de Chiapas frente a la extracción petrolera en diez municipios indígenas. Por su parte, Ana Paula Masadaar nos ofrece un acercamiento a las concepciones de la ecología política y la tierra desde los términos propios de las y los zapatistas, por los cuales la k’usil balumil (tierra) se concibe como una gran red de relaciones formada por seres humanos y no humanos. Aida Luz López y sus coautores aportan una revisión crítica de uno de los proyectos estratégicos del Gobierno «progresista» de Andrés Manuel López Obrador en México, el llamado Tren Maya, que se inscribe en una línea de continuidad con la geopolítica extractiva y neocolonial de sus antecesores neoliberales, generando conflictos socioambientales y procesos de defensa del territorio por parte de actores locales. Juraj Sendra y Julio González analizan el caso de los complejos hidroeléctricos Oxec y Renace en Alta Verapaz, Guatemala, construidos sobre ríos sagrados para el pueblo maya Q’eqchi’ atentando contra la vida económica y cultural de las comunidades, vulnerando el derecho a la consulta de los pueblos indígenas, destruyendo el tejido social comunitario y generando una gran conflictividad materializada en agresiones, criminalización e intensificación de las relaciones sexistas.
En la sección Redes de Resistencia, hemos incorporado cinco trabajos que abordan igual número de experiencias. Ariadna Donate relata el caso de la defensa del sitio sagrado de Tacushcalco, en El Salvador, frente al racismo estatal y al modelo extractivista impulsado por el proyecto urbanístico Acrópoli-Sonsonate. Javier Hernández y Lucía Linsalata describen la resistencia de los pueblos maseual, totonaku y mestizos de la Sierra Norte de Puebla, México, orientada a detener una multiplicidad de proyectos extractivos (hidroeléctricas, minería a cielo abierto, fracking y líneas de conducción eléctrica) que amenazan con trastocar las complejas tramas socioecológicas articuladas en torno a los flujos del agua que recorren su territorio. Emiliano Zolla nos trae la experiencia del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y su oposición al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que se proyectaba construir en la cuenca del lago de Texcoco. Por último, Jennifer Casolo, Jacobo Jerónimo y Juraj Sendra dan cuenta de los esfuerzos, retos y logros del pueblo maya Ch’orti’, en cuatro departamentos de Guatemala y Honduras, en la defensa y promoción de su autonomía, identidad y territorio ante los efectos del cambio climático, los proyectos extractivistas, el racismo y la exclusión.
En la sección Referentes Ambientales, presentamos dos entrevistas con sendos relevantes estudiosos del pensamiento ecopolítico latinoamericano. La primera fue realizada por Iñaki Bárcena a Víctor Manuel Toledo, en la que destaca su reciente experiencia como ministro de Medioambiente del Gobierno de la llamada «Cuarta Transformación» en México. La segunda la hizo Grettel Navas al joven pensador Malcom Ferdinand, de Martinica, autor del gran libro Une écologie décoloniale, Penser l’écologie depuis le monde caribéen (2019).
Terminamos el número con una interesante reseña de la novela épica Almanac of the Dead, de Jing Hu, en la cual destaca la praxis literaria crítica y decolonial de la autora nativo-americana Leslie Marmon Silko.
Queremos terminar esta presentación haciendo referencia a la grave situación de violencia en contra de los ambientalistas que existe actualmente en la región y recordar la memoria de Mariano Abarca, Betty Cariño, Berta Cáceres, Isidro Baldenegro, Samir Flores, entre tantos otros compañeros y compañeras que han sido asesinados por defender la Vida.
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[1]. www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1031
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