Ecodesarrollo Gaia*
Procediendo como precedíamos del ecologismo activo, hace ocho años, cuando iniciamos nuestro proyecto con la inmigración subsahariana en La Coruña (Galicia-España), éramos perfectamente conscientes que se trataba de un proyecto dirigido a ayudar a las víctimas de la relación norte sur en el sector de la pesca y a la denuncia de esta situación. De hecho la denominación por la que optamos por más definitoria para los usuarios sur del proyecto fue la de Ecorrefugiados. Se trataba en la mayoría de los casos de jóvenes pescadores que habida cuenta de la sobrepesca industrial en sus costas, habían perdido el acceso a unos recursos que desde hace mil años sustentaban su modelo sociocultural-laboral, la pesca. En efecto, nuestra actividad se centró en la detección de jóvenes pescadores subsaharianos que en las calles de nuestra ciudad deambulaban a la deriva subsistiendo con la venta inicialmente de baratijas y posteriormente de CD piratas.
En un lento proceso de acercamiento fuimos ganándonos su confianza y poniendo en pié simultáneamente estructuras de ayuda y formación que les permitiesen el inicio de una andadura hacia su reinserción en el sector laboral en el que la mayoría se habían iniciado desde la infancia.
Creamos una pequeña red de ayuda consistente en acordar con unos pescadores de bajura del puerto de La Coruña un sistema de recogida de «descartes» con lo que semanalmente conseguíamos unos 500 kg. de pescado que repartíamos personalmente por las casas que agrupaban a un total de 175 personas, la mayoría de jóvenes pescadores subsaharianos, a los que mantuvimos «alimentados» durante unos dos años y medio a razón de aproximadamente 2,5 kg. de pescado persona semana. Simultáneamente, pusimos en funcionamiento un local para impartir clases de castellano. En cuanto se conseguían los primeros balbuceos se realizaba una clase específica para la Preparación al examen oficial de Competencia Marinera. En esta fase contamos siempre con «O Patrón do Coral» un excelente marinero gallego solidario que consolidó grupos de alumnos que primero se entendían como marineros y poco a poco ya con las palabras de aquí.
De estos procesos sacamos a un centenar de marineros africanos con el Carné de Competencia Marinera y hablando y escribiendo en castellano (en aquel momento no se precisaba tener el permiso de residencia para presentarse al examen de Competencia). Una vez obtenido el mismo, aprovechando los resquicios de la Ley de Extranjería los regularizamos administrativamente con lo que accedieron al permiso de residencia y trabajo. No fue fácil, unos se regularizaron por arraigo, otros volvieron a su país a sacar el visado en nuestra Embajada. Por suerte no estuvimos sol@s, las administraciones competentes en la ciudad nos echaron una mano. Muchos de los chicos se reinsertaron en la pesca en Galicia, recuperando, 5.000 Km. más arriba, su sitio en el mismo mar.
De todo este proceso dejamos clara constancia en la Comisión de Pesca de la Unión Europea en la que dentro de la estructura de la ICSF-CIAPA International Council in Support of Fishworkers (Colectivo Internacional en Apoyo a la Pesca Artesanal) y CFFA —CAPE Coalition for Fair Fish Agreements— (Coalición por Acuerdos Pesqueros Equitativos). Tuvimos voz, fundamentalmente para denunciar que mientras se hablaba de Acuerdos Pesqueros e indemnizaciones, cientos de pescadores del sur, desposeídos de la fertilidad de sus mares por los excesos de la pesca industrial, corrían en nuestras ciudades delante de la policía municipal por vender ilegalmente productos protegidos por la «propiedad intelectual». Lo cierto es que mientras los mares se esquilman, y las ayudas no llegan a los esquilmados y sus familias, los ex pescadores paradójicamente caen en otras redes gubernamentales, redes, por cierto no marineras.
Hemos seguido incansables, desde entonces, haciendo lo mismo, recibiendo pescadores del sur (en estos últimos años en oleadas), les hemos dado cobijo, alimentación y clases de español y competencia marinera. Como mínimo han comido, han vivido bajo techo, han aprendido, han hablado semanalmente con sus mamás y han visto muchas cosas. Pero nosotr@s, que somos una pequeña ONG, sabemos que la inmigración, y más en estas condiciones, no es más que un drama y por ello hemos denunciado reiteradamente la sobrepesca industrial que está en el origen de este problema.
Además sabiendo que no hay más solución que el propio desarrollo local, iniciamos hace pocos años un proyecto de codesarrollo con senegalocoruñeses y coruñeses consistente en construir una Escuelita y un Centro de Formación Comunitaria en Desarrollo Sostenible local, atendiendo a las proyectos soñados por mujeres senegalesas recogedoras y saladoras-secadoras de pescado que resta en las playas por no vendido, y que con sus labor de recuperación para la alimentación de ese producto alimentario que se iba a perder, son, sin saberlo, garantes de la seguridad alimentaria de los más pobres.
Todo está ya en funcionamiento, regido por las saladoras de pescado, e impartiendo clases a las hij@s de las familias pescadoras del lugar, porque lo mejor, lo que hace más feliz, es prepararse para poder quedarse donde un@ nació, donde está lo tuyo. Porque eso de ser arrojado de tu país por que te esquilman los recursos de subsistencia, que eufemísticamente, denominan inmigración… en fin, que quieres que te diga… aunque el mar es el mismo cuando llegas de arribada a tierra ahí no te esperan l@s mism@s.
Mas información
www.edgaia.org
Ver también en últimos acontecimientos 30 PDFs www.gaiadiaadia.blogspot.com
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* Ecodesarrollo Gaia es una organización no gubernamental para el desarrollo sostenible nacida en 1992 que entre otras desarrolla actividades de mediación sociocultural laboral con inmigrantes, con programas específicos dirigidos a mujeres inmigrantes, refugiados y de reinserción laboral de marineros subsaharianos en la pesca artesanal de Coruña (España) y Área Metropolitana, y un programa formativo especial en relación con el Centro Municipal de Formación del Ayuntamiento de La Coruña. Correo electrónico: edg@edgaia.org
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