Dai Qing: el incremento de las ayudas a los desplazados por los embalses es sólo un comienzo*
Kelly Haggard y Mu Lan**
La decisión del gobierno de Beijing (Pekín) de otorgar una pensión anual de 600 yuan (75US$) durante veinte años a los 22 millones de agricultores desplazados por la construcción de embalses es vista por la periodista Dai Qing como el reconocimiento oficial de los elevados costes sociales de tales proyectos y del creciente descontento que han provocado entre los campesinos afectados.
«Los problemas relacionados con el reasentamiento de los afectados se han ido acumulando durante medio siglo y han alcanzado un punto en el que el malestar social podía estallar en cualquier momento» afirma la Sra. Dai. «De ahí que esté muy bien que las autoridades hayan reconocido esta realidad y estén tratando de hacer algo al respecto».
Hace tiempo que la Sra. Dai es la persona más destacada de China por sus críticas al proyecto de las Tres Gargantas.(1) Se suponía que la construcción de la presa más grande del mundo, sobre el río Yangtzé, estaría acompañada por una espectacular operación de reasentamiento que elevaría los niveles de vida de los 1,4 millones de personas que (según los moderados cálculos gubernamentales) deberían ser desplazadas para desocupar los 660 kilómetros de longitud que inundará el embalse.
En realidad, la mayor operación de reasentamiento masivo en la historia de la construcción de presas se ha visto desdibujada por la permanente corrupción oficial, las promesas incumplidas y una dura represión hacia quienes se han atrevido a quejarse por sentirse estafados y maltratados.(2)
El proyecto de las Tres Gargantas ha exigido el reasentamiento de 1,9 millones de personas, calcula la Sra. Dai, con numerosos agricultores hundidos aun más en la pobreza debido a que fueron asentados en terrenos inferiores, como laderas yermas con suelos muy pobres e inadecuada provisión de agua.
La poderosa agencia central de planificación china, la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma, anunció el 13 de agosto que el gobierno financiaría la compensación adicional para los agricultores desplazados mediante un incremento del precio de la electricidad en todo el país que reportaría 1.600 millones de dólares de ingresos anuales extra.
Los precios de la electricidad fueron aumentados un promedio de 0,025 yuan (0,31 céntimos de dólar) por kilowatthora a fines de junio. El periódico China Daily citaba a un miembro de la Comisión que aseguró: «Cerca del 40% de los beneficios del incremento se destinará a los agricultores».
Cada agricultor que haya sido desplazado antes del 1º de julio de 2006 recibirá anualmente 600 yuan durante las próximas dos décadas, «para cubrir sus necesidades vitales básicas o para usarlo como ‘dinero semilla’ para un mayor desarrollo» afirmaba el periódico. «Para los futuros desplazados, ese beneficio durante veinte años comenzará a contar una vez que estén reubicados».
Con la intención de evitar que los funcionarios locales «retengan» parte de las ayudas, la Comisión ha decidido que el dinero será ingresado directamente en cuentas personales abiertas para los agricultores reasentados.
«En mi opinión, el nuevo subsidio desalentará a los afectados por las presas a la hora de plantear sus problemas y defender con vehemencia sus derechos, permitiendo así el ‘desarrollo suave’ de la industria energética» comenta la Sra. Dai. «Pero en este punto, también querría decir que los agricultores chinos no serán engañados tan fácilmente en el siglo XXI».
Aunque se congratula por el reconocimiento oficial del sufrimiento de los desplazados por las presas, la Sra. Dai también da a entender que las autoridades han perdido la ocasión de abordar algunos problemas fundamentales en el sector energético de China.
Las políticas y subsidios del gobierno central han amparado a las empresas energéticas estatales de muchos de los riesgos financieros y las responsabilidades ambientales asociados con las grandes presas, contribuyendo así a promover un desarrollo desenfrenado de la industria hidroeléctrica.
«Desafortunadamente, al anunciar la nueva política de compensación, el gobierno no se ha atrevido a preguntar: ¿Quiénes han cosechado los colosales beneficios de la construcción de todas las presas y centrales hidroeléctricas? ¿Qué es lo que está mal en la política energética de China? ¿Cuál es la mejor manera de reestructurar el sector energético?» añade la Sra. Dai.
Y continúa: «Todo el mundo sabe que la industria de construcción de embalses obtiene enormes beneficios al sacar ventajas del vago concepto de propiedad del agua, el bajo precio de la tierra y la falta de poder de una mayoría silenciosa incapaz de proteger sus propios intereses. Como se acostumbra a decir en China: Construye un puente y obtendrás plata, construye un camino y obtendrás oro, pero si construyes una presa obtendrás diamantes».
Sin duda, el atractivo de esos diamantes ha estimulado un frenesí en la construcción de presas que no tiene precedentes: antes de la creación de la República Popular en 1949, el país contaba con unas 220 grandes presas (definidas generalmente así a partir de los 15 metros de altura). Actualmente hay unas 22.000 de esas características y más de 86.000 embalses en total.
En una China densamente poblada, los costes humanos por desplazar a la gente de fértiles valles fluviales para dejar sitio a presas y embalses han sido espantosos. Una estimación ampliamente citada cifra en 16 millones el número de desplazados por embalses en los últimos cincuenta años en China; de ellos, unos diez millones siguen viviendo en la pobreza.(3)
Pero la revelación de que 22 millones de agricultores son considerados posibles receptores del nuevo subsidio, aunque, según el China Daily, sólo se les concederá a los reasentados rurales y no a quienes hayan sido reubicados en ciudades, sugiere que la verdadera cifra de refugiados por los embalses sería mucho más elevada de lo que anteriormente se imaginaba.(4)
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* Traducción al castellano de Ángelo Ponciano.
** Editoras de la web bilingüe Three Gorges Probe, publicada por el think-tank sobre energía y medio ambiente Probe International.
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1 Ya en 1989, Dai Qing publicó Yangtze! Yangtze!, una recopilación de ensayos y entrevistas con científicos, periodistas e intelectuales chinos opuestos al proyecto de las Tres Gargantas. Ese mismo año, el libro fue prohibido en China con la excusa de que había «incitado a la agitación» en los sucesos de la plaza de Tiananmen y la Sra. Dai fue encarcelada durante diez meses. En 1998 volvió a tratar el tema de las presas en otra importante recopilación de ensayos: The River Dragon Has Come! (¡Ha llegado el dragón del río!)
2 Ver, por ejemplo:
• «Las autoridades dictaminan que hubo autolesiones en el caso Fu Xiancai». Human Rights in China, 26 de julio de 2006.
• «Probe International hace un llamamiento a los donantes extranjeros para que condenen los ataques a damnificados por Tres Gargantas». Three Gorges Probe, 13 de junio de 2006.
• «Cinco años en la prisión de mujeres de Wuhan por exigir un trato justo». («Five years in Wuhan Women’s Prison for requesting fair treatment,») Three Gorges Probe, 4 de octubre de 2005.
• «Ya liberado, el líder de los desplazados He Kechang continúa luchando por que se haga justicia». Three Gorges Probe, 11 de agosto de 2004
3 De «Los expertos advierten: no se pueden construir presas en todas partes» por Chen Guojie, Three Gorges Probe, 22 de agosto de 2005: «Desde la creación de la República Popular, la desafortunada comprobación es que la construcción de presas, grandes o pequeñas, ha ocasionado muchos ‘problemas residuales’ que han acabado pesando más que los beneficios del proyecto original. Durante los pasados cincuenta años, los embalses de diverso tipo han desplazado a más de 16 millones de personas y, de ellas, unos diez millones continúan viviendo en la pobreza. La razón es simple: Los campesinos que vivían en las colinas y montañas perdieron la base que sustentaba sus vidas cuando las aguas de los embalses anegaron sus tierras de cultivo en los valles de los ríos. Los planificadores y constructores de las presas se centraron exclusivamente en los proyectos y no se plantearon compensar adecuadamente a los grupos afectados».
4 De «Los agricultores reasentados recibirán apoyo financiero», China Daily, 14 de agosto de 2006: «Según la normativa, que tendrá efecto a partir del 1º de septiembre, los desplazados que estén empadronados como residentes urbanos no podrán beneficiarse de las ayudas»
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