Pablo De Soto*
Palabras clave: Antropoceno, Capitaloceno, Chthuluceno, ecología política
Con un ascenso meteórico en los últimos años como uno de los términos académicos que definen nuestra contemporaneidad, Antropoceno es hoy un megaconcepto de cuya hegemonía es difícil escapar. El Holoceno quedó atrás; la época geológica actual está definida por los efectos de la actividad humana, desde el lecho rocoso hasta los límites de la atmósfera. Capturando la imaginación pública en los ámbitos de las ciencias naturales, las ciencias sociales y las artes, el Antropoceno se ha movido con velocidad de una propuesta sobre la periodización geológica del planeta a una conversación multidisciplinar de amplio rango, y ha generado nuevos proyectos de investigación, revistas académicas, tesis doctorales (incluida la mía propia), seminarios, talleres, exposiciones de arte, programas culturales y, cómo no, libros. Tras explorar en esta galaxia bibliográfica en rápida expansión, presentamos brevemente en este texto ocho propuestas que indagan de manera crítica el Antropoceno más allá de la estratigrafía y las ciencias del sistema Tierra. Son aportaciones que, a partir de diferentes disciplinas ─historia, filosofía, antropología, biología y las artes─, contestan la manera de nominar del Antropoceno y señalan la necesidad de ampliar las figuras y los aparatos analíticos, de abrir la discusión a otros conocimientos, maneras de pensar y narrativas.
En The shock of the Anthropocene: The Earth, history and us (2016), publicado originalmente en francés en 2013, Christophe Bonneuil y Jean-Baptiste Fressoz ofrecen una crítica a la idea de un Antropoceno apolítico y al espectro que se alza de una geotecnocracia autorreferencial. El libro es un ensayo extensamente documentado que combina elementos de historia ambiental, historia de la ciencia y la tecnología e historia económica y de las ideas, a la vez que cubre un extenso marco geográfico incluyendo casos británicos, norteamericanos, franceses y alemanes. Los autores diseccionan muchas ideas aceptadas sobre la supuestamente reciente conciencia ambiental, el industrialismo o las transiciones energéticas. Una de sus numerosas contribuciones consiste en explicar el rol militar en la destrucción ambiental y señalar al ejército de Estados Unidos como principal emisor histórico de carbono a la atmósfera.
Capitalism and the web of life (2015), del académico marxista Jason W. Moore, es una de las principales contraformulaciones del Antropoceno como concepto popular. El autor parte de la crítica de que no fue antropos, la especie humana como un todo indiferenciado, quien causó la destrucción que el término señala, sino que esta fue originada por unas relaciones que privilegian la acumulación interminable de capital. Moore se pregunta retóricamente si de verdad estamos viviendo en el Antropoceno, con su invisibilización de la supremacía blanca y las estructuras de dominación, o más bien en el Capitaloceno, un tipo determinado de construcción histórica que tiene su origen en las transformaciones acontecidas en el largo siglo xvi, principalmente en Holanda e Inglaterra. El libro pone el foco en el colonialismo y el extractivismo y junta historia natural e historia económica para proponer un marco teórico del capitalismo como ecología-mundo que une la acumulación de capital y la producción de la naturaleza en una unidad dialéctica.
Anthropocene or Capitalocene? Nature, history, and the crisis of capitalism (2016), editado por Moore, expande la conversación anterior con una serie de contribuciones tanto de voces consagradas como de jóvenes investigadores. Eileen Crist escribe sobre la pobreza de una nomenclatura que nos atrapa dentro de la cosmovisión antropocéntrica. Christian Parenti analiza el papel crucial desempeñado por el Estado en la creación de las condiciones para el Capitaloceno. Justin McBrien postula que la extinción directa de especies, culturas, lenguas y pueblos está en el corazón de la acumulación de capital ─lo que le lleva a proponer el término alternativo de Necroceno─. Daniel Hartley señala la necesidad de incluir la lucha de clases como materialmente determinante y subraya la importancia de la cultura para justificar la superioridad teórica y política del término Capitaloceno. Elmar Altvater aborda los peligros de los tecnofixes y la geoingeniería como soluciones a los problemas ambientales en curso.
Donna Haraway argumenta que Antropoceno y Capitaloceno son “historias grandes pero no suficientemente grandes”, y en Staying with the trouble: Making kin in the Chthulucene (2016) propone una vía de escape del excepcionalismo humano ─una hipótesis política en la que no somos los únicos actores─. Como una figuración radicalmente diferente que serpentea por dentro y a través de la era de antropos y la era del capital, Haraway enuncia el sorprendente nombre de Chthuluceno como una llamada a la acción para construir otras formas de relación y de parentesco, una simpoiesis (hacer-con-otros) entre especies. A partir del diálogo entre biología, arte y activismo, la autora nos invita a volcarnos en la intersección de hecho científico, ciencia ficción y especulación fabulada, como mecanismos para visualizar un futuro más vivible para humanos y otras criaturas en un planeta dañado, pero que aún no ha sido asesinado.
Molecular red: Theory for the Anthropocene (2015), de McKenzie Wark, es una de las propuestas más imaginativas. Presentado como una teoría crítica del Antropoceno, el libro explora las implicaciones del término a través de la historia de los dos imperios atómicos de la Guerra Fría, el soviético y el estadounidense, y especula sobre la forma en que la caída del primero prefigura la del segundo. Como si fuera el protagonista de Regreso al futuro, Wark viaja a los tiempos de la Revolución rusa y rescata las ideas de los escritores Andréi Platonov y Alexandr Bogdánov, este último rival de Lenin. El experimento soviético, con sus desastres ambientales ─como el del mar de Aral─ y sus aportaciones científicas visionarias ─como la tectología de Bogdánov─, emerge del pasado para ayudarnos a afrontar los problemas ambientales y los retos organizativos del presente. Desde el privilegiado complejo universitario californiano, Wark recupera la crítica del cíborg de Donna Haraway y la utopía marciana del autor de ciencia ficción Kim Stanley Robinson como potenciales recursos para repensar y rehacer el mundo que el cambio climático ha provocado. El libro imagina qué tipos de futuro el trabajo colectivo todavía podría construir, o quizás deconstruir, y finaliza con una llamada a las armas hackeando el lema proletario popularizado por Marx y Engels: “¡Mecanismos del mundo, desataos! ¡Tenéis un mundo por ganar!” (“Workings of the world untie! You have a win to world!”; Wark, 2015: 497, traducción por el autor del artículo).
Imagen 1. M. Wark, 2015. Molecular red: Theory for the Anthropocene. Londres, Verso. Fuente: Rakuten Kobo.
Art in the Anthropocene: Encounters among aesthetics, politics, environments and epistemologies (2014), editado por Etienne Turpin y Heather Davies, ofrece un ángulo necesario en la conversación al tomar como premisa que la nueva época geológica propuesta es necesariamente un evento estético. Con aportaciones de artistas, curadores, teóricos y activistas, el libro aborda la relación del arte contemporáneo con la producción de conocimiento en la era actual de crisis ecológica. Los autores exploran la forma en que la creación artística ofrece una gama de estrategias discursivas, visuales y sensuales que no se limitan a los regímenes de la objetividad científica, el moralismo político o la depresión psicológica. El arte tiene, según las tesis del libro, la capacidad de indagar de formas no previstas aquello en que nos hemos convertido, naturaleza y humanos, en el Antropoceno. Al abordar cómo nos afecta la experiencia sensible del desastre, llama la atención sobre cuestiones previamente no consideradas y abre la conversación a nuevos significados.
In catastrophic times: Resisting the coming barbarism (2015), de la química y filósofa Isabelle Stengers, es la traducción del libro publicado en francés en 2009. En el cambio de época marcado por la crisis climática que se cierne sobre nosotros, lo que importa según la autora no es el anuncio del desastre, que todo el mundo sabe, sino el sentido que le damos y la manera en que nuevas sensibilidades rebeldes ante este destino catastrófico puedan emerger. El libro es una crítica a la tecnocracia neoliberal y al progreso como crecimiento económico desigual e irresponsable. En vez de la figura ubicua de Antropos, Stengers no se anda con rodeos y toma como vórtice para pensar el mundo actual la catástrofe del huracán Katrina en Nueva Orleans y la respuesta de las autoridades ─abandonar y criminalizar a los pobres─ como un símbolo del barbarismo tecnomoderno que viene.
A mundo por vir? Ensaios sobre os medos e os fins (2014), de Deborah Danowski y Eduardo Viveiros de Castro, traducido al inglés en 2016, es un audaz ensayo que explora los discursos actuales sobre el “fin del mundo”. Los autores señalan que, entre estos experimentos mentales, está la fascinación de la aventura antropológica occidental tanto por el declive ─“el mundo sin nosotros”─ como por la superación de los límites del cuerpo físico mediante la tecnología ─“nosotros sin el mundo”─. Al contraponer la formulación del Antropoceno con cosmovisiones y culturas espacio-temporales provenientes de registros etnográficos de los pueblos amerindios, el libro se propone como una tentativa de invención de una mitología pluralista adecuada a nuestro presente, destinada a radicalizar los debates sobre el calentamiento global y evocar la movilización febril de todos los colectivos que saben que ya no tienen más tiempo a su favor.
Imagen 2. D. Danowski y E. Viveiros de Castro, 2014. A mundo por vir? Ensaios sobre os medos e os fins. Florianópolis, Cultura e Barbárie & Instituto Socioambiental. Fuente: Outras Palavras.
En esta pequeña muestra de la literatura científica alrededor del Antropoceno y sus descontentos, la aportación de Danowski y Viveiros de Castro señala la importancia de las indagaciones críticas sobre este término en el sur, y nos invitan a acercarnos a autores que quizás no publican en lengua inglesa ni en los medios académicos hegemónicos, como una manera de ampliar nuestras habilidades de respuesta ante los desafíos materiales y epistémicos en curso. Venida desde Brasil, su contribución es crucial en la medida en que abre el campo de la imaginación intelectual y política más allá de un mundo y pensamiento en clave únicamente occidental, hacia una discusión ontológica donde los saberes indígenas y otro tipo de conocimientos considerados menores, alejados de la narrativa totalizante del Antropoceno, nos pueden enseñar subsistencias para el futuro y recomposiciones de lo que todavía es imaginable y vivible.
Bibliografía
Bonneuil, C., y J. B. Fressoz, 2016. The shock of the Anthropocene: The Earth, history and us. Nueva York, Verso.
Danowski, D., y E. Viveiros de Castro, 2014. A mundo por vir? Ensaios sobre os medos e os fins. Florianópolis, Cultura e Barbárie & Instituto Socioambiental.
Davies, H., y E. Turpin (eds.), 2014. Art in the Anthropocene: Encounters among aesthetics, politics, environments and epistemologies. Londres, Open Humanities Press.
Haraway, D., 2016. Staying with the trouble: Making kin in the Chthulucene. Durham, Duke University Press.
Moore, J. (ed.), 2015. Anthropocene or Capitalocene? Nature, history, and the crisis of capitalism. Oakland, CA: PM Press.
Moore, J., 2015. Capitalism and the web of life: Ecology and the accumulation of capital. Nueva York, Verso.
Stengers, I., 2015. In catastrophic times: Resisting the coming barbarism. London-Luneburgo, Open Humanities Press / meson press.
Wark, M., 2015. Molecular red: Theory for the Anthropocene. Londres, Verso.
—
* Escuela de Arquitectura de Umeå, Suecia. ✉ pablodesoto@gmail.com
—