DOI: doi.org/10.53368/EP65TEed01
Gobiernos, empresas e instituciones internacionales, en los últimos años y en medio de una crisis planetaria, están empujando de forma más y más insistente una agenda global para una transición. Pero ¿qué transición, para quiénes, cómo y hacia dónde?
La crisis ecológica global, producto del extractivismo y las formas de producción, consumo, comercio, transporte y generación de desechos, se agrava aún más por las reglas de acumulación de capitales basadas en la explotación sin límites de las personas, y de toda la naturaleza. A esta crisis se suman los usos depredadores e irracionales de la energía para impulsar y expandir la acumulación del capital clave para el proyecto moderno-colonial dependiente y reforzador de múltiples formas de dominación y despojo. Así, junto con la explotación voraz e incesante de combustibles fósiles, la transición energética impuesta por el Norte global y sus élites requiere de la apropiación de materiales, minerales, bienes comunes y cuerpos-territorios en sacrificio. Con este objetivo, las grandes corporaciones, el sistema financiero y cada vez más la economía ilícita debilitan las soberanías y formas de control públicas y ciudadanas, para garantizarse impunidad y lograr que los Estados protejan las inversiones por encima de los derechos colectivos de los pueblos y de la naturaleza.
Llamamos consenso hegemónico de la transición energética a las soluciones de las élites del Norte global, que suelen enfocarse en la defensa de los mercados de carbono, desinversión y desfosilización, así como inversiones masivas en alternativas energético-tecnológicas mal llamadas «renovables». Esas propuestas, sin embargo, son falsas soluciones que solo profundizarán las desigualdades, las injusticias, la violencia y las graves presiones sobre la vida de los pueblos y la naturaleza. Una verdadera transformación socioecológica requiere del decrecimiento urgente de la economía del Norte global, junto con el respeto de la autodeterminación y las decisiones de los pueblos y comunidades sobre sus territorios y la restauración integral de su medioambiente.
En el Sur global, son los pueblos en resistencia, como las comunidades quilombolas, ribereñas, afros, campesinas e indígenas, y con mucha fuerza especialmente las mujeres, quienes están dando un giro para una transformación sistémica basada en el cuidado de la reproducción de la vida y la salud de la naturaleza. Ellas también están deconstruyendo conceptos hegemónicos y reconstruyendo significados indispensables para elaborar horizontes de verdad emancipadores y urgentes, ante el drama de la encrucijada en la que nos encontramos.
Estos defensores y defensoras de los derechos y la naturaleza lo hacen muchas veces con su vida. Según el último informe de Global Witness (Hines, 2022), entre 2012 y 2022 fueron asesinados más de 1733 defensores y, de estos, el 68 por ciento de las muertes ocurrieron en América Latina, sobre todo en Brasil y Colombia. El origen de estos conflictos se encuentra en el uso de las tierras, la corrupción de empresas y Gobiernos y los conflictos armados, entre otras causas. El extractivismo y múltiples formas de violencia, despojo y desposesión operan de la mano.
Los procesos de resistencia y disputa aumentan sobre todo en América Latina y el Caribe, región a la cual está dedicado este número, y a veces logran aplazar o parar algunos de estos proyectos. Estas resistencias evidencian otras formas de reconciliarse con la naturaleza, con el cuidado de la vida en el centro; formas que renuevan lo colectivo, lo comunitario, que viven la diversidad cultural, construyen soberanías y buscan espacios para decidir qué transformar, hacia dónde caminar y con quiénes tejer alianzas. Sus acciones apuntan a defender y alimentar alternativas de transformación soberana y justa para los pueblos y la naturaleza.
Para visibilizar esos procesos de construcción de resistencia y alternativas, se ha preparado este número de la revista Ecología Política. Desde el Grupo de Trabajo Ecología(s) Política(s) del Sur/Abya Yala del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), queremos compartir diversas miradas sobre los temas que investigadoras e investigadores, compañeras y compañeros, defensores y defensoras de los derechos y la naturaleza en diversos territorios venimos desentrañando en los distintos lugares en donde vivimos. Pretendemos exponer la geopolítica de la transición energética desde la perspectiva de la ecología política del Sur, así como entender su implementación en los niveles nacionales y locales, sus implicaciones para pueblos y territorios en el acaparamiento de los comunes, del agua, la tierra, los minerales, el trabajo y la energía. Analizar los trajes verdes y azules con los que el consenso hegemónico de la transición viste las relaciones entre extractivismo, guerra y militarización vertiéndose en nuevos territorios-cuerpos en sacrificio. Frente a la crisis resurgen, se reactivan, se reinventan, emergen, se reencuentran, se intercambian experiencias y posibilidades comunitarias de transformación en toda América Latina, que buscan caminos de incidencia social y política para una transformación energética justa y popular. Creemos que es urgente repensar y aportar para resignificar la transición energética hacia transformaciones socioecológicas que prioricen la defensa de lo común, que reivindiquen una relación ética con el planeta, con la madre tierra y con sus propias existencias, profundizando en las bases de la reproducción de quienes cuidan la vida y las fuentes de sustento para todas y todos en el planeta.
Abren la revista dos artículos de «Opinión» con miradas críticas en torno al derecho y a la disputa de la energía. Carlos Tonel critica la idea del derecho humano a la energía y propone «otras formas de territorializar y convivializar las relaciones energéticas» desde el Sur. Por otro lado, la campaña mexicana Luces de las Resistencias recoge experiencias de organizaciones y movimientos sociales que defienden sus territorios e impulsan alternativas clave para fortalecer la soberanía energética.
En la sección «En Profundidad» alimentan el debate cuatro artículos con una amplia mirada sobre la transición energética desde la ecología política latinoamericana. Estos textos resaltan alternativas, estrategias, resistencias y fuerzas emancipadoras de los pueblos y las organizaciones hacia transformaciones justas: lo que en este número llamamos disputas desde el Sur. Sofía Ávila presenta claves críticas para comprender la imposición de dinámicas hegemónicas sobre cuerpos y territorios, y las consiguientes resistencias y alternativas. Martín Scarpacci desarrolla la relación entre el derecho a la ciudad y las fuerzas emancipatorias para una transformación energética justa y popular. El análisis de María Paz Aedo muestra la geopolítica de las nuevas inversiones en energías renovables y las graves implicaciones para los pueblos del Sur. Destaca, a la vez, la emergencia de propuestas de diversos países vinculadas a la iniciativa por una transición justa latinoamericana. Mariana Walter, Yannick Deniau y Viviana Herrera cierran esta sección recogiendo los principales resultados de un mapeo colaborativo de resistencias frente a los impactos de la minería para la transición energética en las Américas, realizado por los equipos del Atlas de Justicia Ambiental y MiningWatch Canada.
Siete artículos componen la sección «Breves». En el primero, Jeremy Rayner ofrece un panorama crítico sobre la cuestión de la movilidad en la transición energética. Reflexiona sobre la automovilidad eléctrica como ejercicio de hegemonía capitalista, lo que implica profundizar el extractivismo y la urbanización extensiva. Frente a esto, traza ideas para pensar un horizonte de transición en el que la movilidad urbana se plantee con modelos más justos y sustentables. A su vez, Jorge Chemes indaga sobre la transición energética desde las epistemologías del Sur. Pone en diálogo, por un lado, al neocolonialismo de la transición energética dentro del marco corporativo, y por otro, la propuesta de transición energética popular y comunitaria con la ecología de saberes.
Cecilia Anigstein y Natalia Carrau avanzan en la construcción de una perspectiva crítica del trabajo en el marco de la transición energética. Las autoras cuestionan la manera en que la crisis socioecológica transforma los modos de subsistencia y los empleos de los sectores más vulnerables. Por último, exploran el papel de las y los trabajadores en esta transición en Uruguay y Argentina.
Gabriela Wyczykier presenta las posibilidades de la producción y el uso del hidrógeno como vector energético, y las críticas a las que da lugar. Por su parte, Lourdes Alonso expone la conflictividad generada por la expansión de megaproyectos de energía renovable en el Istmo de Tehuantepec, México, y sugiere que los conflictos no solo responden a la defensa del territorio y los comunes, sino también a las disputas sobre la apropiación de rentas. Horacio Machado, Aimée Martínez Vega y Leonardo Rossi advierten sobre el «vaciamiento y la cooptación» del concepto de transición energética y la «oleada extractivista» que representan las energías renovables al servicio de los intereses capitalistas. En su análisis discuten las implicaciones de la explotación del litio por la empresa china Zijin en la habitabilidad de las hidroagrocomunidades ancestrales del Bolsón de Fiambalá en Catamarca, Argentina.
En el último artículo de esta sección, Larry Lohmann recoge las reflexiones de activistas e investigadoras de diversas organizaciones del Sur, reunidas en el Programa Diálogos Ecologistas impulsado por el Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo en Ecuador. Lohmann analiza la transición energética impulsada por el Norte global y la consiguiente profundización de los conflictos socioambientales en América Latina, y propone resignificar el concepto de transición y repensar la energía como «algo intrínsecamente conectado a nuestra vida y a su reproducción».
La sección «Redes de Resistencia» se compone de cinco artículos. El primero, de Emiliano Maldonado y Alice Hertzog, narra la experiencia del Frente de Resistencia del Comité de Combate a la Megaminería en Río Grande do Sul en Brasil. Una lucha que logró, junto a otros movimientos socioambientales, detener la construcción del proyecto de extracción de carbón de la mina de Guaíba. María Teresa Almarza Morales, docente y luchadora ambiental, presenta las propuestas de las Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia (Muzosare) de Puchuncaví-Quintero, que luchan contra la injusticia ambiental y social al norte de Valparaíso, en Chile. Con una visión ecofeminista, la autora describe cómo la vida humana y el cuidado del ambiente en su región quedan fuera de las preocupaciones del capitalismo, y presenta una propuesta hacia transiciones sociales y energéticas desde una perspectiva psicosocial y comunitaria.
Juan Pablo Soler hace un llamado a transformar el modelo energético prevalente basado en energías fósiles. Su artículo muestra el caso de Colombia, y las propuestas que las organizaciones y comunidades están planteando para un autoabastecimiento energético acorde con sus necesidades y las vocaciones productivas de sus territorios. La sección la completa Jennifer Mandujano, quien aborda la producción de zonas de sacrificio corpoterritoriales para la transición energética y la acumulación por desfosilización en América Latina.
En la sección «Referentes Ambientales», contamos con la entrevista a la ministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez Torres, realizada por Sandra Rátiva Gaona. Este diálogo nos permite conocer los pilares de la política de transición energética justa que enarbola el Gobierno de Gustavo Petro, entre los cuales resaltamos la justicia ambiental, la democratización de la energía y la diversificación de la economía.
La última sección, «Critica de Libros», se compone de las reseñas de las obras de dos importantes líderes indígenas y sus aportes para los desafíos que enfrenta América Latina hoy. La primera, realizada por Felipe Milanez, es de la obra Futuro ancestral de Ailton Krenak. Milanez resalta la afirmación del líder amazónico según la cual «el futuro es la propia tierra». Se trata de un libro revolucionario, que nos exhorta a asumir la urgencia de un cambio radical en la relación de la humanidad con la vida y el planeta, al tiempo que inspira nuevas articulaciones y diálogos de lucha actuales y por venir. La segunda reseña, realizada por Ana María de Veintimilla, recoge la obra Blanca Chancosa: Los hilos con que he tejido la historia. La autora presenta el maravilloso libro de la dirigente ecuatoriana Blanca Chancosa, que relata, a partir de su biografía, una historia tejida con hilos de lucha y hebras de colores. La reseña, enriquecida con los diálogos personales de Veintimilla con Chancosa, nos invita a reconocer los modos en que los territorios y pueblos indígenas de Ecuador cuestionan la transición energética del Norte global.
Antes de concluir, como grupo editor de este número y como parte del Grupo de Trabajo Ecología(s) Política(s) del Sur/Abya Yala del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), queremos ratificar nuestro total y firme rechazo a las dinámicas patriarcales, al machismo, la opresión y la violencia de género y su carácter racializado en la academia, tal como lo hemos compartido en nuestros recientes comunicados motivados por las acusaciones a Boaventura de Sousa Santos.[1] Algunos artículos en este número citan su trabajo, que sin embargo consideramos parte de las construcciones colectivas y no solo de su pensamiento individual.
Esperamos que el número sea un aporte a los debates sobre la transición energética, pero sobre todo una puerta para nombrar de forma más contundente y tejer conjuntamente caminos de transiciones socioecológicas.
Sandra Rátiva Gaona, Daniela Del Bene, Melisa Argento, Sofía Ávila, Ana María Veintimilla, Daniel Jeziorny, Felipe Milanez
Referencias
Hines, A., 2022. «Decade of Defiance. Ten Years of Reporting Land and Environmental Activism Worldwide». Global Witness (29 de septiembre). Disponible en: https://www.globalwitness.org/en/campaigns/environmental-activists/decade-defiance/, consultado el 14 de junio de 2023.
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[1] Véase: https://www.clacso.org/en/solidaridad-con-las-denunciantes-de-boaventura-de-sousa-santos-y-rechazoa-dinamicas-patriarcales-el-machismo-la-opresion-y-la-violencia-de-genero-y-su-caracter-racializado-en-la-academia/.
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